Por qué mi perro se excita cuando me ve

Los perros pueden recurrir a recursos "extraños" para satisfacer su necesidad de apareamiento durante el celo o para obtener placer después de haber experimentado el acto sexual. Esto puede incluir partes del cuerpo humano, como brazos o piernas, pero no significa necesariamente excitación hacia la persona. Más bien, es una vía "alternativa" de satisfacción debido a la falta de pareja sexual. De ahí que también podamos preguntarnos por qué mi perro se excita cuando lo acaricio.

Este estado de sobreexcitación, cuando se prolonga en el tiempo, se vuelve muy incómodo y estresante para los perros (sobre todo los machos), ya que permanecen en un constante estado de ansiedad mientras buscan una manera de satisfacer una necesidad de su organismo. Por ende, aliviar esta tensión sexual mediante una monta inadecuada termina siendo importante para recuperar cierto equilibrio emocional.

En ambos sexos, los comportamientos relacionados con el deseo sexual se intensifican con la llegada a la pubertad y la consecuente madurez sexual. Recuerda que esto explica por qué mi perra hace movimiento sexuales. De hecho, perros y perras jóvenes pueden montar o intentar montar otros perros, ya sea del sexo opuesto o de su mismo sexo, personas y objetos, y esto es parte de su proceso de descubrimiento sexual.

Qué hacer si mi perro se excita al verme por celo

Hay una amplia evidencia científica de que la castración en los perros machos ejerce una significativa influencia sobre las conductas sexualmente dismórficas, y la reducción varía entre un 50 y un 90% según el comportamiento y el estudio consultado. Las principales conductas evaluadas en tales estudios fueron la monta sexual, el marcaje con orina, el vagabundeo y la agresividad intersexual. Los mismos efectos se observan entre las perras, con una significativa reducción de la incidencia de conductas territoriales y sexuales.

Respecto de cuál sería la edad ideal para castrar a tu perro, se sabe que la misma puede variar en función de la raza, el tamaño, el sexo y el estado de salud cada individuo, así como de los factores ambientales que podrían inducir o retrasar el primer celo en machos y hembras.

Hoy en día, existe un consenso sobre que la castración temprana es más eficiente para prevenir no solo la asimilación de los comportamientos sexuales como parte de la rutina, sino también una serie de enfermedades que están relacionadas con las hormonas sexuales o que afectan el tracto reproductivo de perros machos y hembras. Por ello, aconsejamos que evalúes junto con un veterinario de confianza los beneficios de castrar a tu perro antes de la madurez sexual.

Estudios apuntan a que la monta excesiva o “mal direccionada” se manifiesta en casi la mitad de los perros con trastornos del comportamiento y, sabemos, que el estrés es una de las causas más comunes de dichos trastornos en perros machos y hembras de todas las edades.

Un perro estresado tiene mucha tensión acumulada y, tarde o temprano, recurrirá a las vías que estén a su alcance para descargarla y así aliviar su malestar. Como resultado, frecuentemente se observa una repetición incesante de ciertos comportamientos instintivos, como puede ser la monta, la manifestación de conductas destructivas y, en casos más severos, un incremento de la agresividad.

Entonces, si tu perro se excita cuando te ve y muestra un ímpetu constante de montarte, esta puede ser una señal de que está estresado o aburrido con su cotidiano.

Qué hacer si mi perro se excita cuando me ve por estrés

Lo primero es conocer las cosas que estresan a los perros las cuales, lamentablemente, no son pocas. No obstante, se sabe que los peludos que experimentan una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido son más propensos a desarrollar síntomas de estrés y aburrimiento. Así pues, la mejor estrategia de manejo y prevención del estrés en perros consiste en combinar las siguientes dos pautas:

• Establecer una buena rutina de ejercicios físicos: con al menos tres paseos diarios que pueden ser complementados con la práctica de deportes caninos, como el Agility, principalmente en los perros más enérgicos.
• Optimizar la estimulación mental: enriquecer el ambiente del perro con juguetes tradicionales o interactivos y una buena variedad de estímulos que le permitan ejercitarse y mantenerse entretenido dentro del hogar, incluso cuando deba quedar solo por algunas horas. También es muy aconsejable presentar juegos de inteligencia a tu peludo regularmente, tanto para estimular sus capacidades cognitivas y sensoriales, como para fortalecer el vínculo.

No obstante, existen muchas otras causas del estrés en perros que van desde cambios repentinos en su ambiente y rutina, hasta enfermedades y trastornos metabólicos que afectan su comportamiento. Por ello, si percibes que tu perro está estresado o que su carácter ha cambiado, no dudes en consultar a un veterinario para constatar su estado de salud.

La siguiente de las causas que explican por qué los perros se excitan con las personas tiene que ver con causas patológicas. Hay veces en que los perros realizan un movimiento de empuje pélvico muy similar al que se observa en el acto de apareamiento para aliviar un dolor o una sensación desagradable (por ejemplo, picor o ardor asociados a una inflamación) en su tracto urinario o en sus genitales.

Además, se han reportado casos de una excesiva producción de hormonas sexuales (la testosterona, principalmente) en perros con tumores testiculares y en perras y perros con problemas en las glándulas suprarrenales. En este contexto de “superproducción”, tanto machos como hembras tienden a intensificar los comportamientos asociados al deseo sexual, como la monta y el marcaje.

Qué hacer

Si tu perro se excita y te quiere montar porque tiene algún problema de salud, es muy probable que puedas identificar otros signos de enfermedad o dolor en perros. Por ejemplo, las alteraciones en el apetito y/o los ciclos del sueño, la pérdida de interés en los juegos y actividades que le gustan, reducción de sus niveles de energía o letargo, entre otros.

En estos casos, el primer paso siempre es acudir rápidamente al veterinario para descartar patología o trastorno subyacente e iniciar el adecuado tratamiento, siempre que sea necesario.

Un perro se sobreexcita cuando una extrema agitación le sacude ante ciertos estímulos u objetos que ha asociado a actividades o momentos que le generan mucha alegría o placer (no necesariamente sexual). Por ejemplo, si tu perro te salta encima y te muerde cuando regresas a casa o siempre que coges su correa, probablemente es porque se excita mucho ante estos estímulos (tu llegada al hogar o la posibilidad de pasear) y reacciona de una manera exagerada, pudiendo hacer daño.

No obstante, un perro sobreexcitado puede evidenciar su estado de hiperactividad mediante una gran variedad de conductas como:

• Correr frenéticamente.
• Ladrar incesantemente.
• Girar en su propio eje.
• Saltar sobre personas y animales.

En algunos casos la sobreexcitación en perros puede acabarse convirtiendo en una fuente de ansiedad o estrés para en perro, que tendrá dificultades para gestionar sus propias emociones y su comportamiento, pudiendo recurrir a la monta para “aliviarse”.

Si te preguntas por qué mi perro se emociona al verme y quiere montarme, tienes que considerar que, quizás, esta “mala” conducta sea el resultado de algunas deficiencias en la educación que proporcionaste a tu peludo. Ello porque, con frecuencia, los tutores acaban favoreciendo la asimilación de ciertos comportamientos indeseados, ya sea por reforzarlos inconscientemente o por no enseñar a sus perros los límites de la sobreexcitación.

Qué hacer

Ten en mente que la educación del perro es un proceso continuo que debe empezar en el momento de su llegada al hogar. Desde los primeros días en casa, tu peludo debe entender cuáles son las conductas aceptables y cuáles no, para evitar que asimile “malos hábitos”. Durante los primeros meses de vida también es muy importante que tu cachorro empiece a aprender algunas órdenes básicas, como acudir a la llamada, sentarse, esperar, etc.

Otro punto clave es presentar correctamente a tu peludo cada recurso o juguete, enseñándole para qué sirven y cómo deben ser usados correctamente. Por ejemplo, antes de que empieces a pasear a tu cachorro en la calle, es muy recomendable que lo acostumbres poco a poco al uso de la correa y del arnés o collar y que le enseñes a caminar tranquilamente a tu lado, para evitar un comportamiento sobreexcitado en estas situaciones. Recuerda también recompensar a tu cachorro cada vez que ejecute correctamente una orden o tarea que tratas de enseñare, así como cada vez que muestre un comportamiento estable en situaciones que podrían provocarle mucha agitación.

Por otro lado, siempre que necesites informar a tu perro de que ha hecho algo inapropiado, basta con decirle un firme “¡NO!" para señalar la conducta inapropiada y, en seguida, interrumpir inmediatamente la actividad o juego que se esté llevando a cabo. Ten en mente que regañar y – pero aún – castigar a un perro que ya se muestra muy agitado o hiperactivo, puede ser contraproducente e incluso peligroso para ti y para él.

Cuando un perro no ha sido socializado correctamente, se vuelve más propenso a desarrollar conductas “inadecuadas” en sus interacciones con otros individuos, perros o animales. A nivel comportamental, esto se puede traducir desde:

• Querer montar a alguien para aliviar el exceso de excitación: que puede ser causado por un juego muy intenso u otro contexto que genere ansiedad o entusiasmo en el perro.
• Querer adoptar una postura defensiva o agresiva: ante la llegada de cualquier individuo desconocido al hogar. Por ejemplo, un amigo que te viene a visitar.

Además, los perros que son separados prematuramente de sus madres también tienen más probabilidades de presentar dificultades de aprendizaje y de interacción, conductas agresivas asociadas al juego, así como otros problemas de comportamiento, en la juventud y/o edad adulta.

Qué hacer si mi perro se excita cuando me ve por mala socialización

Durante los primeros meses de vida de los cachorros, la perra-madre se encarga no solo de atender a sus necesidades fisiológicas, sino también de enseñarles los principios básicos del comportamiento y la conducta social de los perros, así como los límites del juego. Por ello:

• No debemos separarlos de la madre antes de su segundo o tercer mes de vida: para evitar tanto que la perra sufra, como que los cachorros vengan a tener problemas de desarrollo. Para profundizar en este tema y aprender cómo y cuándo separar a los cachorros de la madre, echa un vistazo al siguiente artículo: “¿La perra sufre al quitarle los cachorros?”.
• En seguida, antes de que cumplan su tercer o cuarto mes de vida, los cachorros deben empezar a ser socializados: si bien no deben pasear en la calle antes de completar su primer ciclo de vacunas, puedes empezar a socializar a tu cachorro presentándolo a otros perros y animales que sepas que están sanos, vacunados y desparasitados, así como a una variedad de personas ajenas a un núcleo familiar.

Así mismo, no olvides que la socialización del perro es un proceso continuo que dura toda la vida. Por ello, presenta regularmente tu perro a una variedad de estímulos, entornos e individuos, siempre asegurándote de que estas interacciones sean positivas y seguras para todos los involucrados.

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