Problemas del comportamiento

Mi perro me salta encima y me muerde: causas y cómo actuar

 
Eduarda Piamore
Por Eduarda Piamore. 31 enero 2024
Mi perro me salta encima y me muerde: causas y cómo actuar

Nuestros peludos nos ayudan a llevar una vida más activa, mejoran nuestro estado de ánimo e incluso nos apoyan cuando atravesamos un momento difícil. No obstante, esta convivencia no siempre está exenta de algunos conflictos, los cuales surgen a raíz de conductas inadecuadas por parte del can. Un ejemplo es cuando el perro adquiere el hábito de saltar encima de las personas e incluso morderlas como si esto fuera un juego. Si estás viviendo una situación parecida, es probable que te preguntes “por qué mi perro me salta encima y me muerde” o “cómo hago para que mi perro no salte encima de las personas”.

La buena noticia es que has llegado al sitio ideal, ya que en este artículo de Todo Perros hablaremos primero de las principales causas de este comportamiento canino y, en seguida, compartiremos una serie de consejos para evitar que tu perro salte encima de ti y de otras personas. ¿Estás preparado? ¡Allá vamos!

Índice

  1. Conducta adquirida
  2. Problemas de socialización
  3. Sobreexcitación
  4. Estrés
  5. Llamado de atención
  6. Cómo evitar que tu perro te salte encima y te muerda

Conducta adquirida

¿Sabes cuándo adoptas a un cachorro tan bonito y tierno que le permites hacer prácticamente todo con tal de verlo feliz? Lógicamente, el equívoco no está en disfrutar de la belleza y la felicidad de tu pequeño compañero, sino en permitirle hacer una serie de cosas que, luego, no querrás que un perro adulto lleve a cabo.

Cuando permites que un cachorro realice ciertas acciones o conductas con total normalidad, y principalmente si lo recompensas por realizarlas, ofreciéndole un juguete, una golosina, o incentivándolo a seguir jugando de una manera “inadecuada” (por ejemplo, saltando encima de ti y mordiéndote), estás favoreciendo que estas acciones y conductas sean asimiladas por tu cachorro como parte de su rutina.

En otras palabras, le estas enseñando – conscientemente o no – que esta es la forma correcta y aceptable de comportarse e interactuar contigo y con otros individuos. Y la “peor” parte es que, una vez que una conducta es asimilada como un hábito por un cachorro, resulta mucho más difícil modificarla en la edad adulta.

Si acostumbraste a tu perro cuando era cachorro a saltar y morder durante el juego, al regresar a casa o para pedir atención, es probable que esta conducta persista en la edad adulta, siendo el resultado de un entrenamiento inadvertido. Es decir, que, si bien no has tenido la intención de educar a tu perro de esta manera, has terminado haciendo exactamente esto porque, en lugar de enseñarle desde el principio cual era la forma adecuada de jugar e interactuar contigo, has fomentado que asimilara estos saltos y mordiscos como un juego o una interacción positiva.

Por ende, y como veremos mejor más adelante, el mejor consejo para evitar que tu perro te salte encima y te muerda, es hacerle entender, desde su llegada al hogar, y preferiblemente a partir de sus primeros meses de vida, que esta no es una manera adecuada de interactuar contigo ni con otras personas.

Mi perro me salta encima y me muerde: causas y cómo actuar - Conducta adquirida

Problemas de socialización

Como los humanos, los perros también necesitan aprendizaje social para entender cómo convivir en comunidad. Ni los niños ni los cachorros nacen con conocimientos sobre los códigos de comunicación y conducta social, lo que les impulsa a aprender a interactuar de manera amistosa para disfrutar de una vida feliz en sociedad.

Socializar a un perro supone permitirle desarrollar su confianza y asimilar recursos que le permitirán interactuar de una manera más equilibrada con una variedad de individuos, estímulos y entornos. Es por eso que los perros que han sido correctamente socializados tienden a tener un comportamiento más estable y confiable ante cualquier tipo de situación que venga a presentarse a lo largo de su vida.

Por otro lado, un perro que no ha tenido la oportunidad de acceder a una buena socialización, se vuelve más propenso a todo tipo de trastornos de conducta, porque no cuenta con las “herramientas” adecuadas para gestionar sus propias emociones y controlar su comportamiento.

Esto puede manifestarse de muchas formas, pero una de las más comunes es cuando el perro no sabe exactamente cómo actuar en la presencia de otros individuos, pudiendo llevar a cabo conductas que no favorecen una interacción positiva y amigable (por ejemplo, morder para pedir algo o llamar la atención). En algunos casos, el perro puede incluso manifestar signos de agresividad en situaciones que realmente no representan una amenaza para su integridad, pero que le generan inseguridad, miedo o incomodidad.

Entonces, si tu perro no ha sido socializado, es posible que tenga dificultades para interactuar incluso contigo, y esa conducta de saltarte encima y morderte revela la ausencia de un adecuado aprendizaje social.

En el siguiente vídeo que te recomendamos de ExpertoAnimal podrás consultar las claves para una buena socialización entre perros.

Sobreexcitación

Un perro sobreexcitado es aquel que siente una extrema agitación ante ciertos estímulos o incluso objetos que ha asociado a actividades o momentos que le provocan mucha excitación. Por ejemplo, un perro puede sobreexcitarse siempre que ve a su tutor con su correa o un juguete en las manos, aunque no siempre esto signifique que irá a pasear o jugar.

En este contexto de sobreexcitación, el perro tiende a volverse hiperactivo y reacciona de una manera exagerada ante estos estímulos, ya sean visuales, sonoros u olfativos. Luego, puede empezar a correr, girar entorno de su propio eje, ladrar incesantemente, e incluso saltar sobre su tutor y morderlo.

De hecho, algunos perros se sobreexcitan tanto durante los paseos que acaban saltando sobre cualquier persona que encuentren en el camino, o avanzan hacia otros perros con demasiada energía, lo que puede asustar al otro perro y hacerlo reaccionar de una manera defensiva o directamente agresiva.

Aunque pueda sonar “feo” querer controlar la libre expresión de la alegría de nuestros perros, esto es fundamental para garantizar su propia seguridad y la de todos a su alrededor, inclusive la tuya. Imagínate que un can de talla grande o con la musculatura muy desarrollada puede ocasionarte serios daños al saltar encima de una persona.

E incluso un perro de pequeña talla sobreexcitado puede acabar lastimando a un niño o a un adulto mayor sin querer… Por ello, es muy importante establecer límites a la sobreexcitación del perro y reforzar una conducta equilibrada incluso en los momentos de disfrute.

Mi perro me salta encima y me muerde: causas y cómo actuar - Sobreexcitación

Estrés

Los perros, al igual que varias otras especies, también pueden desarrollar síntomas de estrés con mucha frecuencia, principalmente cuando viven en un entorno donde no se sienten seguros o no encuentran los medios necesarios para mantener su cuerpo y su mente bien estimulados.

No obstante, hay enfermedades y trastornos metabólicos que pueden conllevar a un incremento del estrés, por lo que siempre es fundamental acudir a un veterinario antes de aplicar cualquier otra estrategia para calmar a un perro estresado.

El estrés tiene un impacto nocivo en la salud y en el comportamiento del perro, tanto porque consiste en un factor de riesgo para varias enfermedades, al debilitar significativamente el sistema inmune, como porque actúa como un disparador de múltiples problemas de conducta.

Un perro estresado tiene mucha tensión acumulada y, tarde o temprano, recurrirá a lo que está a su alcance para aliviarla. Es por eso que una de las manifestaciones más evidentes del estrés en perros son las conductas destructivas. Básicamente, el perro encuentra en la acción de destruir lo que encuentre en su camino, una “válvula de escape” para gastar energía y aliviar el malestar que le produce convivir diariamente con semejante tensión.

También es muy común que los perros estresados se muestren hiperactivos, empiecen a correr por toda la casa, salten encima de las personas, pudiendo incluso morderlas debido a la sobreexcitación. Todas estas son señales de que este perro necesita gastar más energía y de que su actividad física y su estimulación mental deben ser optimizadas.

Antes de pasar a la próxima causa, no queremos dejar de resaltar que el estrés también es un factor de riesgo para la agresividad en los perros, la cual es un problema de comportamiento complejo y que puede estar asociado a diferentes causas, incluso con problemas de salud. Por ende, si tu perro se ha vuelto agresivo de repente, si ha empezado a morderte fuerte y adopta una postura defensiva con mucha frecuencia, nuestro consejo es que busques inmediatamente la orientación de un veterinario etólogo.

Llamado de atención

Otra razón que puede explicar por qué tu perro te salta encima y te muerde es la necesidad de captar tu atención porque necesita suplir alguna necesidad de su organismo, como alimentarse, orinar o defecar, o bien porque desea pedirte algo, como que juegues con él o le haga caricias.

Resulta interesante percibir que esta causa acaba relacionándose con las demás, porque un perro que fue bien socializado y educado, y que tampoco está estresado, tenderá a emplear recursos más “suaves” para llamar la atención de sus tutores.

Por ejemplo, acercarse y tocarlo con su pata, traerle un juguete para invitarlo a jugar, o incluso ladrar cuando se trate de una necesidad más urgente. Por otro lado, es más probable que un perro directamente salte encima de su tutor y lo muerda cuando está sobreexcitado o tiene mucha tensión acumulada, o bien cuando esta conducta ya fue asimilada como “aceptable” en sus interacciones.

Otro factor que puede propiciar la manifestación de este comportamiento es cuando el perro queda solo en casa durante muchas horas, y principalmente si su ambiente no está bien enriquecido. Ten en mente que todo perro debe tener la oportunidad de aprender progresivamente a gestionar la soledad antes de enfrentarse a esta situación repentinamente. Además, el enriquecimiento ambiental será tu mejor aliado para mantener a tu perro entretenido mientras no estés, evitando conductas destructivas, ladridos excesivos y la ansiedad por separación.

Cómo evitar que tu perro te salte encima y te muerda

Si llegaste hasta aquí, probablemente pudiste identificar por qué tu perro te salta encima y te muerde, y ha llegado el momento de aprender cómo actuar para lograr que deje de hacerlo. También te habrás dado cuenta de que fuimos compartiendo algunos consejos útiles mientras hablábamos de las principales causas de este comportamiento.

No obstante, a continuación, queremos repasarlos y añadir otras buenas prácticas para evitar que tu perro salte en las personas:

Evita la separación prematura

Este es un punto clave que no hemos mencionado anteriormente. La cuestión es que, durante sus primeros meses de vida, los cachorros aprenden de su progenitora los códigos básicos y fundamentales de la comunicación y de la conducta social de los perros.

Si interrumpimos este aprendizaje, separando prematuramente a la madre de sus cachorros, aumentamos las probabilidades de que estos pequeños vengan a tener dificultades de interacción y problemas de comportamiento, así como de que desarrollen conductas agresivas asociadas al juego (por ejemplo, morder mientras juegan).

Ten en mente que el fin del periodo de destete no significa que los cachorros ya estarán preparados para separarse de su madre. En realidad, lo ideal es que permanezcan junto a ella y a sus hermanos hasta su segundo o tercer mes de vida.

Promueve una buena socialización

Los cachorros, además de aprender de su madre las habilidades básicas para ser un perro, necesitan un aprendizaje social para convivir armoniosamente con diferentes estímulos, entornos e individuos. El periodo sensible de socialización, que va desde la segunda semana hasta el tercer mes de vida del cachorro, es crucial.

Aunque no se recomienda pasear a los cachorros en la calle antes de completar su primer ciclo de vacunas, se puede comenzar la socialización presentándolos a otros perros y animales sanos, vacunados y desparasitados, así como a personas fuera de su núcleo familiar. Una vez que se complete el esquema de vacunación, se puede continuar el proceso permitiendo que el cachorro interactúe con una mayor variedad de individuos durante sus paseos.

Puede que te interese echarle un vistazo al siguiente post de TodoPerros sobre "Cuándo hace efecto la pastilla de desparasitar perros".

Edúcalo desde el principio

La educación del perro también es un proceso continuo y lo mejor es que empiece desde su llegada al hogar. Nuevamente, lo ideal es que empecemos a educar a un perro desde una temprana edad, pero lo mismo vale para si decides adoptar a un perro adulto.

Desde los primeros días en casa, el perro debe entender cuáles son las conductas aceptables y cuáles no, para evitar que asimile “malos hábitos”.

También es muy recomendable que empieces a enseñar al cachorro algunas órdenes básicas, como acudir a la llamada, sentarse, esperar, etc. Y antes de empezar a pasearlo en la calle, es una muy buena idea ir acostumbrándolo al uso de la correa y del arnés o collar, así como enseñarle a caminar tranquilamente a tu lado.

Refuerza un comportamiento equilibrado

El perro debe entender que existen límites también para la manifestación de sus emociones. La mejor manera de lograrlo no es regañando, ni mucho menos castigando a un perro por sentirse excitado. En un contexto donde el perro ya está eufórico, ya te salta encima y te muerde, tratar de reprenderlo es, en realidad, peligroso para ambos.

En lugar de eso, enfócate en reforzar conductas positivas, por ejemplo, ofreciendo a tu perro una recompensa cada vez que se comporte de forma equilibrada al verte con la correa en la mano o al salir a pasear.

Señala correctamente las conductas inadecuadas

Si necesitas señalar a tu perro que ha hecho algo inapropiado, basta con decirle a tu perro un firme “¡NO!" e interrumpir la actividad inmediatamente. Por ejemplo, si estás jugando con tu perro y él te salta y te muerde, dile ese “¡NO!” e interrumpe inmediatamente el juego.

Luego, como vimos, en cada ocasión que tu perro juegue contigo de una manera amistosa, ofrécele un premio (una golosina, una caricia, un juguete. etc.) para evidenciar que esta es la forma “correcta” de comportarse e incentivarlo a seguir aprendiendo.

Por último, pero no menos importante, recuerda que optimizar la estimulación física y mental de tu perro es clave para prevenir todo tipo de problemas del comportamiento. Más allá de una buena rutina de paseos diarios, es muy recomendable que evalúes los beneficios de iniciar a tu perro en un deporte canino, como el Agility, y que inviertas en un buen enriquecimiento ambiental.

Además, ten en cuenta que el adiestramiento es una de los más completos estímulos que puedes ofrecer al cuerpo y la mente de tu peludo. Entonces, anímate a entrenar a tu peludo y, si necesitas ayuda, busca a un educador canino con buenas referencias.

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