El Shar-Pei, o traducido al español “Perro de Arena” (por el color y pliegues de su piel que semejan la arena), es una de las razas más antiguas, increíbles y admiradas en el día de hoy.
Como la raza China más emblemática, en un país lleno de mágicas historias, moralejas y fábulas, la tradición popular dice que el alma de un hombre pasa por diversas y sucesivas reencarnaciones y el Shar-Pei es, precisamente, la última parada que realiza el espíritu antes de alojarse definitivamente en un ser humano.
Lamentablemente su origen es difícil de fijar ya que no existen documentos que nos indiquen con certeza la fecha de aparición y al respecto se barajan varias hipótesis. Los progenitores de esta raza existían hace ya más de veinte siglos.
Han habido largos períodos en la extensa historia China en que su pueblo ha estado interesado en las diferentes razas caninas, pero no solo como compañeros, sino también para ser utilizados en la caza y por su carne, pieles y cuero.
Desafortunadamente mucho material que podría habernos ayudado a contestar y aclarar la mayoría de las dudas sobre la raza, fue destruido por el Emperador Chin Shih alrededor del año 255 antes de Cristo. Existen grabados posteriores de fines del primer siglo d. de C. algo más específicos en relación con los perros, pero el difícil lenguaje Chino, con multitud de dobles sentidos, alegorías y comparaciones, dificulta en muchos casos la seguridad de la precisa interpretación.
Se dice que la historia de ésta raza puede ser trazada tan lejos en el tiempo como la Dinastía Han en China, que gobernó desde el año 206 a, de C. hasta el año 220 d. de C., lo que significaría que ésta es una de las razas caninas más antiguas, y su origen estaría en Dah Let (Tai Leh), en la provincia de Guangdong, localidad situada en los alrededores de la ciudad de Cantón, a poca distancia de Hong Kong, aunque otras hipótesis no descartan la posibilidad de que el verdadero lugar de origen fuera la provincia de Fujian, ubicada algo más al norte de China.
En esta zona se encuentran estatuas de perros de arcilla de esa época que nos recuerdan al Shar-Pei con su cuadrada figura, cola enroscada y ceño fruncido. También en los jarrones de la Dinastía Han se pueden encontrar figuras de perros con un sorprendente parecido a nuestros actuales Shar-Pei.
Alrededor del año 200 a. de C., el Imperio Romano se encontraba en plena expansión, motivo por el cual se abre el comercio entre éste y China a través de caravanas terrestres por Asia Central, región por la que es posible que los mercaderes Romanos hayan intercambiado sus fuertes y poderosos perros utilizados en las arenas de pelea por sedas y otras especies Chinas.
Al parecer, durante la Dinastía Han, el Shar-Pei o uno de sus cercanos ancestros como el “Perro de Pelea Dah-Let” fue utilizado para tales propósitos, el que estaba provisto de poderosas mandíbulas, satisfactorias para agarrar a cualquier oponente y una dura piel que habría sido inconfortable de mantener en el hocico de cualquier perro.
Los poseedores de perros en China estuvieron en su mejor situación durante la Dinastía Han, pero los años pasaron y el asolamiento de la guerra junto al hambre, tomaron su parte. Hacia fines del primer siglo d. de C. comienza la declinación del Imperio Romano lo que origina el cierre de la ruta del comercio. Pero aparte de un período de unos doscientos años, principiando a mediados del siglo catorce, se mantuvieron siempre relaciones comerciales entre Oriente y Occidente.
Otra de las causas de escasez de evidencia documentada se debe a que el Emperador Yuan, durante la Dinastía Mongol Yuan (1260 a 1368 d. de C.) quién, al saber que sería asesinado prendió fuego a sus 140.000 antiguos libros a fin de que no cayeran en lo que consideró manos indignas.
Le sigue la Dinastía Ming (de 1368 a 1644) en la que predomina un desinterés por los perros, lo que produce una declinación tanto del Shar-Pei como también del resto de las razas.
En el año 1516 se abren las relaciones comerciales con Portugal, posteriormente con España en 1575, y con Holanda e Inglaterra en 1604 y 1637 respectivamente.
En esa época frecuentemente eran utilizados los perros como regalos entre emperadores y reyes.
Se piensa que la extrema pobreza de la gente en China y la consecuente dificultad de mantener reservas de víveres y alimentar perros, debilitó las razas y causó su deterioro a través de todo el territorio, lo que podría ser una de las razones por la cual los antecesores del Shar-Pei han sido descritos como de tamaño mucho mayor que los actuales y deben haber pesado un promedio de 80 kilos.
Otra teoría indica que se tendía a seleccionar los ejemplares más pequeños en talla pero con mucha sustancia, como mejores perros de pelea.
El Shar-Pei por cientos de años fue utilizado por los campesinos chinos como perro de trabajo en granjas, donde eran de gran utilidad. Por generaciones se distinguieron como perros guardianes, pastores y de compañía, por ser al igual que ahora confiables, leales, alertas e inteligentes. Ello los hacía cumplir con las necesidades de los campesinos de protección de sus aisladas propiedades.
Con el pasar del tiempo se transformó en un perro multipropósito, siendo utilizado fuera de sus funciones de guardián, para la caza del jabalí y el cerdo salvaje, y como perro de pelea especialmente por piratas y marineros cuando pasaban su tiempo en los puertos de la costa sur de China.
Cabe hacer presente en este punto, que cualquier perro utilizado para proteger propiedades en China es llamado un “perro de pelea”, y así es posible que éste término haya sido utilizado con relación al Shar-Pei.
Esta raza alcanzó gran éxito en sus labores como “perro pastor” al igual que como “perro de caza”, pero como “perro de combate” no tuvo, a pesar de sus cualidades, mucho éxito en ésta función contra otras razas.
Con actividades de entretención escasas, algunos apostadores en la ciudad de Cantón y sus alrededores dedicaron su atención al desarrollo de las cualidades combativas de los perros, lo que también atrajo a los campesinos, gente muy pobre y que albergaba la esperanza de ganar algún dinero fácil.
Pero afortunadamente solo un reducido grupo de ellos estuvo dispuesto a sacrificar a sus fieles compañeros y guardianes que en muchas ocasiones terminaban muertos o lisiados de por vida.
Con el transcurso del tiempo los Comunistas tomaron el poder, en los años 40, y bajo éste régimen los perros domésticos fueron considerados un lujo, lo que en un principio significó la aplicación de fuertes multas a todos los poseedores de perros de cualquier raza, y no habiendo sido suficiente para su exterminio, posteriormente, mediante un decreto dictado por Mao Tse Tung en el cual se señalaba que las mascotas eran símbolos de las clases privilegiadas, se ordenó una exterminación masiva.
Aparte de lo sangriento del hecho, esto produjo la total desaparición de la población canina en las ciudades. Afortunadamente esto no se extendió a todas las áreas del campo, donde algunos sobrevivieron a ésta masacre. Hacia 1950 solo unos pocos bolsones de Shar-Peis aún sobrevivían y otros habían sido pasados de contrabando a Hong Kong, Macao, Taiwán e islas de China continental.
En la primera mitad de la década del 70 un pequeño grupo de personas en Hong Kong da los primeros pasos a fin de preservar la raza, ya casi en total extinción. Entre estas personas se destaca Matgo Law. Como primera medida, iniciaron una recolección de Shar-Peis, llevándolos a Hong Kong, de tal forma que un programa para restablecer la raza pudiera ser desarrollado. Se utilizaron todas las líneas sanguíneas aprovechables, incluso frecuentemente perros sin pedigrí documentado. Se realizó una selecta crianza con miras a producir el perro que más se asemejara al tipo original de Shar-Pei, formando los cimientos de la raza que hoy conocemos. Una vez obtenido el tipo se bosquejó un estándar que sirvió como guía de un ideal.
Si bien entre los años 1966 y 1967 se habían exportado a Estados Unidos 5 perros de esta raza y una publicación canina de 1971 publicó un artículo sobre razas extrañas, con una foto de un Shar-Pei y un anuncio que decía que era probablemente el último espécimen sobreviviente de la raza, ello no había provocado reacción alguna.
Al llegar el año 1973, el señor Matgo Law, aficionado a la raza, pensó que al pasar la Colonia Británica en aquel entonces, a manos Chinas a fines de siglo, podría repetirse la historia. De ésta forma y habiendo visto en una oportunidad en una revista un artículo en el que se indicaban los nombres de las razas en peligro de extinción, decidió escribir a una revista especializada americana contando su situación junto a algunas fotografías, y como punto final, rogaba a las personas interesadas en sacar adelante la raza, que se pusieran en contacto con él. Sus esperanzas eran escasas y grande fue su sorpresa y alegría al recibir respuesta de más de 200 personas.
Si bien el iniciador de la “operación-salvamento” de la raza fue el señor Law, el artífice de ello fue el señor Ernest Albright en los Estados Unidos, quién desarrolla una eficaz campaña publicitaria por televisión, prensa y radio en todo el país. Comienzan las importaciones hacia los Estados Unidos con tal interés que los animales disponibles en Hong Kong y alrededores se hacen insuficientes. El primero en llegar el 6 de Julio de 1973 es “Down-Homes Kung Fu”. El año 1974 se da inicio a un programa de crianza y se forma el Club Americano del Shar-Pei Chino.
El primer estándar de la raza es redactado conforme a las orientaciones de Hong Kong, y se comienza el registro de la raza en 1975.
La raza alcanza tal éxito que el libro Guinness de los Récords lo destaca como el perro más raro y caro del mundo el año 1980.
En Mayo de 1988 se admite al Shar-Pei a participar en exposiciones del “American Kennel Club”, dentro de la clase Miscelánea y el año 1992 se le reconoce como raza, inscribiéndose sus perros en el registro de sementales del A.K.C. En Enero del año 1994 la F.C.I. (Federación Cinológica Internacional) publica el estándar de la raza y en 1999 un nuevo estándar corregido.