Hacia 1770, un grupo de ciudadanos holandeses se sublevaron frente al poder de la reinante Casa de Orange.
Inspirados por las ideas de la Ilustración, se proponían lograr más derechos para los ciudadanos y poner límites al poder de la Casa de Orange, en esos tiempos en manos de Guillermo V.
Estos ciudadanos se se llamaban a sí mismos Los Patriotas, y tenían como uno de sus líderes a Cornelis de Gyselaer.
Gyselaer tenía un perro llamado Kees, que era el diminutivo de Cornelius, quien seguía permanentemente a su amo, y en poco tiempo se convirtió en un símbolo de este grupo de ciudadanos que estaba poniendo en jaque a una de las dinastías más antiguas de Europa.
Con el paso del tiempo la raza de Kees comenzó a ser conocida como Keeshond (hond = perro, en holandés).
Finalmente, en 1787, el entonces Rey de Prusia, cuñado de Guillermo V, intervino con su ejército a favor de la Casa de Orange.
Los Patriotas, vencidos, huyeron principalmente a Francia.
Cornelis de Gyselaer, se estableció en Bruselas, volviendo a su patria muchos años despues, poco antes de su muerte, ocurrida el 29 de mayo de 1815, en la ciudad de Leiden.