McCartney compró una cachorra de Viejo Pastor inglés (Bobtail) en 1965, poco después de comprar su casa en Cavendish Avenue, Londres. La llamó Martha, y ella fue su primera mascota.
Su perra inspiró la famosa canción “Marta My Dear”
Cuando aprendía a tocar el piano me gustaba ver lo lejos que podía llegar, y esto comenzó casi como una pieza que aprenderías como una lección de piano. Para mí es muy difícil tocar, es algo a dos manos.
De hecho, recuerdo que una o dos personas se sorprendieron de que lo tocara porque está un poco por encima de mi nivel o conocimientos, pero lo escribí así, algo un poco más complejo de tocar para mí.
Luego, mientras estaba imaginando las palabras – solo emitiendo sonidos y algunas cosas se te ocurren-, encontré las palabras “Martha My Dear”.
Muchos fans han interpretado la canción como un mensaje de amor para Jane Asher, con quien McCartney convivía en 1968. Sin embargo, en 1997 reveló que era su perra la que había inspirado “Martha My Dear”.
Es una comunicación de afecto, pero de una manera ligeramente abstracta: “-Eres una tonta, mira lo que has hecho”, y cosas así. Estas canciones crecen. Mientras que a cualquier otra persona le parecería una canción para una chica llamada Martha, en realidad es una perra, y nuestra relación era platónica, créame.
“Era una perra a la que quería muchísimo. Recuerdo que John se sorprendió al verme sentir tanto amor por un animal”, contó McCartney en una entrevista.
Martha vivió hasta los 15 años, falleciendo en una granja que Paul había comprado en Escocia, en 1981. Uno de sus descendientes, Arrow, apareció en la portada de un álbum en vivo de Paul McCartney hace unos años.