Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos, sigue siendo uno de los presidentes más conocidos de la historia.
Oriundo de Springfield, en el estado de Illinois, Lincoln era un líder no solo preocupado por el estado de la Unión y la difícil situación de los esclavos, sino que también era un hombre preocupado por el bienestar animal.
Tuvo varias mascotas a lo largo de su vida, entre ellas un perro llamado Fido, de raza mixta y pelaje dorado, con orejas caídas y una cola regordeta.
Lincoln y sus hijos disfrutaron jugando con Fido, y a menudo acompañaba a su amo en sus paseos por la ciudad. Mientras Lincoln estaba en la peluquería, Fido se sentaba a esperarlo afuera.
Pero las cosas cambiaron repentina y drásticamente para Fido cuando Lincoln ganó la presidencia.
La falta de tiempo y las nuevas rutinas asustaban tanto a Fido que Lincoln y su esposa Mary decidieron que la vida en Washington sería demasiado difícil para él, por lo que se tomó la decisión de dejarlo en casa de un viejo amigo de Lincoln, John Eddy Roll.
Los hijos de John, John Jr. y su hermano Frank tenían aproximadamente la misma edad que los niños de Lincoln y Fido siempre se había llevado bien con ambos niños. Fido se quedó con ellos durante algunos años.
Poco después del asesinato de Lincoln, en abril de 1865, Fido tuvo casi el mismo final trágico.
En una entrevista de la época, el mismo Johnny Roll dijó: “Hemos cuidado al perro durante varios años hasta que un día, de manera lúdica, puso sus patas algo sucias sobre un hombre borracho, quien enfurecido apuñaló al pobre Fido … Así que Fido, corrió la misma suerte que su ilustre amo: el asesinato “.