Isaac Newton, nacido el día de Navidad de 1642, fue un físico, filósofo, inventor y matemático inglés. Tiene el mérito de haber descubierto la ley de gravitación universal, entre muchas otras cosas.
Se dice que Newton amaba a los animales, y uno de sus mejores amigos era su perro, un Pomerania llamado Diamond.
De acuerdo con la investigación histórica hecha por el Dr. Stanley Coren para su libro The Pawprints of History: Dogs and the Course of Human Events, en una oportunidad Newton se levantó de su escritorio y cerró la puerta de su estudio para ver quién llamaba a la puerta de su casa, dejando a Diamond solo en la habitación.
El perro se emocionó cuando escuchó una voz desconocida, comenzó a correr por la habitación y chocó contra el escritorio, tirando una vela encendida que prendió fuego al manuscrito en el que Newton estaba trabajando.
A pesar de la pérdida de mucho trabajo, el científico levantó a su amado perro en sus brazos y dijo: “Oh Diamond, Diamond, tú sabes muy poco del daño que has hecho“. Pasaría casi un año completo hasta que Newton reconstruyera por completo la teoría de la gravedad, escribió Coren en su libro.
Así, un año entero de la vida intelectual y la investigación, por una de las mentes científicas más grandes de su época, se perdió debido a las acciones de Diamond.