La obra maestra de Homero, “La Odisea“, se centra principalmente en el héroe mitológico Ulises (conocido como Odiseo, en griego), rey de Ítaca y esposo de Penélope, quien deja su patria para participar de la guerra de Troya, que dura 10 años, y otros diez años transcurren desde el fin de la guerra hasta su llegada a Ítaca.
Argos fue el único que reconoció a su amo, vestido con ropas de mendigo, al regresar a Itaca después de tantos años. Se cree que el perro era de raza Saluki.
Es uno de los primeros registros escritos de la absoluta fidelidad de perro hacia el hombre.
Según una leyenda, Ulises (Odiseo) seria el fundador de la ciudad de Lisboa. El antiguo nombre de la capital portuguesa, Olissipo ha sido interpretado por algunos historiadores como una referencia a Ulises, su supuesto fundador.
Fragmento de “La Odisea” donde habla de la fidelidad de Argos – Libro XVII
Así éstos conversaban. Y un perro que estaba echado, alzó la cabeza y las orejas: era Argos, el can del paciente Ulises, a quien éste había criado, aunque luego no se aprovechó del mismo porque tuvo que partir a la sagrada Ilión.
Anteriormente llevábanlo los jóvenes a correr cabras montesas, ciervos y liebres; mas entonces, en la ausencia de su dueño yacía abandonado sobre mucho estiércol de mulos y de bueyes que vertían junto a la puerta a fin de que los siervos de Ulises lo tomasen para abonar los extensos campos: allí estaba tendido Argos, todo lleno de pulgas.
Al advertir que Ulises se aproximaba, le halagó con la cola y dejó caer ambas orejas, mas ya no pudo salir al encuentro de su amo. Entonces Ulises, que le vio desde lejos, se enjugó una lágrima sin que se percatara Eumeo y le preguntó: Eumeo, es extraño que este perro esté tumbado entre el estiércol. Su cuerpo es hermoso; aunque ignoro si, con tal belleza, era rápido en la carrera, o era como esos perros falderos que crían los señores por lujo.
Y tú le respondiste así, porquerizo Eumeo: Ese can perteneció a un hombre que ha muerto lejos de nosotros. Si fuese tal como era en el cuerpo y en la actividad cuando Ulises lo dejó al irse a Troya, pronto admirarías su rapidez y su vigor: no se le escapaba ninguna fiera que levantase, ni aun en lo más hondo del espeso bosque, porque era sumamente hábil en seguir un rastro.
Mas ahora abrúmanle los males a causa de que su amo murió fuera de la patria, y las negligentes mozas no lo cuidan, porque los siervos, cuando los amos ya no mandan, no quieren hacer los trabajos que les corresponden, pues Zeus quita a un hombre la mitad de su valía cuando le alcanza el día de la esclavitud.
Diciendo así, entróse por el cómodo palacio y se fue derecho a la sala, hacia los ilustres pretendientes, pero Argos muere a poco de reconocer a su amo luego de veinte años.
Fragmento de la película Ulises (1954), cuando Argos reconoce a Ulises, interpretado por Kirk Douglas