Criar es un arte y una gran responsabilidad. No hacemos muchas camadas al año pero, las que hacemos, intentamos que sean de gran calidad y procuramos dedicarles todo el tiempo posible, siempre que nuestro trabajo nos lo permita.
Nuestros perros nacen y crecen en un ambiente familiar, no tenemos hijos y ellos son “nuestros niños”.
Su salud, su temperamento y su belleza (en ese orden) son nuestros objetivos fundamentales y a ello dedicamos nuestros esfuerzos.
Nuestros Yorkies se adaptan “como un guante” al grupo familiar y son capaces, gracias a su extraordinaria sensibilidad e inteligencia, de ganarse a todas y cada una de las personas con las que conviven.
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