Nuestros cachorros se crían en un ambiente familiar, dentro del calor de nuestra casa, siendo una crianza en el hogar para conseguir una máxima socialización y convivencia en familia y en el grupo social de nuestros labradores.
Los habituamos al contacto humano, ruidos y texturas. Mediante juegos controlan la presión de su mordida, aprenden autocontrol y las primeras enseñanzas de comunicación básica como es acudir a la llamada.
Los cachorros reciban una adecuada socialización con otros perros, siendo nuestras hembras adultas las mejores maestras para enseñarles las habilidades sociales necesarias para ser perros equilibrados, inteligentes, sociables con otros perros.
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