- 29 Oct 2010, 21:08
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.de Dr. Marcelo Zone. Neonatología, Pediatría y Obstetricia Veterinaria
Realmente pienso que no existe especialidad más linda que la Neonatología y Obstetricia. Todo es esperanza y energía de vida.
Una de las experiencias más gratificantes, es cuando debo diagnosticar una preñez. Se requiere de mucha sensibilidad e implica una gran responsabilidad al mismo tiempo. Pero la sensación de sentir y palpar vida en crecimiento es algo especial. Y si bien me paso eso exactamente con “Hannah”, no fue menos gratificante poder anunciárselo a Gabriela.
De aquí en mas, hasta el parto, queda realizar los controles pertinentes y corregir lo que fuese necesario.
Los primeros controles a realizar son una ecografía, para ver si las vesículas gestacionales están realmente ocupadas e intentar determinar el número de ellas, y un análisis de sangre con los datos del hemograma y datos específicos de la fisiología de la mamá para corroborar que todo esté en orden.
La ecografía de control fue realizada el mismo día que el diagnóstico de preñez por palpación, que estadísticamente se comprobó que cuando se diagnostica en forma positiva, tiene una seguridad del 80%. Es un porcentaje realmente alto aunque según el operador, podría ser superior. En este caso fue además confirmado por la ecografía, asegurando la viabilidad de todas las vesículas.
El análisis de sangre tiene como objetivo chequear valores hemáticos maternos, representantes de la nueva fisiología de preñez. Si alguno de los valores no fuera el deseado, se corregirá y adaptará a su estado fisiológico. Como el primer análisis se realiza alrededor del día 40 de gestación, existe el tiempo suficiente para las correcciones necesarias. En el caso de “Hannah”, su primer análisis de sangre mostró valores dentro de la normalidad esperada.
…Llegó el día 50 de gestación, a partir del servicio más probable, y llegó el momento de una nueva ecografía. En ella nos hemos fijado especialmente en parámetros indicadores de salud fetal, como FC, relación diámetro biparietal, diámetro abdominal, bolsillos amnióticos, espesor de la placenta y movimientos. Todos ellos relacionados con la madurez necesaria para la edad de los fetos. En el caso de Hannita todos los valores obtenidos dieron en forma normal.
Nos fuimos acercando al día 55 y comenzamos a hacer controles diarios. Estos son muy importantes, ya que a partir de ellos podemos hacer un diagnóstico del día en que se producirá el parto, de acuerdo al perfil hormonal. Determinando, por un lado, el perfil hormonal de la mamá, y constatando, a través de un doppler fetal, la salud de los cachorros. Difícilmente puedan ocurrir problemas sin ser diagnosticados.
Llegamos al día 60, y las hormonas de Hanna nos indicaban que el parto era inminente. El doppler fetal mostraba cachorros que se iban preparando para el gran acontecimiento. Pero si por alguna razón el nacimiento no se produjera, los cachorros comenzarían a deteriorarse ya que dejarían de tener la alimentación y el O2 necesario. Es en estas circunstancias y como consecuencia de lo dicho anteriormente, que los fetos dejan de crecer esperando el parto.
Un problema se sucitó porque Hannita, si bien presentaba todos los signos clínicos de parto, no producía la dilatación del cuello del útero necesaria para que las contracciones fueran efectivas. Después de darle el tiempo necesario, chequeando en forma permanente a los cachorros, se decidió efectuar una operación cesárea. En este punto los que mandan son los fetos, y ellos nos decían que ya no había más tiempo que esperar. Que necesitaban nacer.
Hannah, entonces, fue sometida a una cesárea. Se le hizo una sedación y anestesia epidural, y luego de sacar a los cachorros una anestesia general profunda. Tuvo 8 cachorros hermosos y fuertes, todos machos, muy parejos y con mucha vitalidad. Todos estamos muy orgullosos de ellos y de los cuidados que recibieron ellos y la mamá, por parte de todo el equipo de trabajo, y de Gabriela.
DR. Marcelo Zone. Médico Veterinario, especialista en Neonatología, Pediatría y Obstetricia Veterinaria.
http://www.facebook.com/notes.php?id=112402202154060¬es_tab=app_2347471856#!/note.php?note_id=155935667762270
Controles durante la preñez: historia de la preñez de Hannah, una hermosa Golden Retriever perteneciente a Gabriela Binaghi
.de Dr. Marcelo Zone. Neonatología, Pediatría y Obstetricia Veterinaria
Realmente pienso que no existe especialidad más linda que la Neonatología y Obstetricia. Todo es esperanza y energía de vida.
Una de las experiencias más gratificantes, es cuando debo diagnosticar una preñez. Se requiere de mucha sensibilidad e implica una gran responsabilidad al mismo tiempo. Pero la sensación de sentir y palpar vida en crecimiento es algo especial. Y si bien me paso eso exactamente con “Hannah”, no fue menos gratificante poder anunciárselo a Gabriela.
De aquí en mas, hasta el parto, queda realizar los controles pertinentes y corregir lo que fuese necesario.
Los primeros controles a realizar son una ecografía, para ver si las vesículas gestacionales están realmente ocupadas e intentar determinar el número de ellas, y un análisis de sangre con los datos del hemograma y datos específicos de la fisiología de la mamá para corroborar que todo esté en orden.
La ecografía de control fue realizada el mismo día que el diagnóstico de preñez por palpación, que estadísticamente se comprobó que cuando se diagnostica en forma positiva, tiene una seguridad del 80%. Es un porcentaje realmente alto aunque según el operador, podría ser superior. En este caso fue además confirmado por la ecografía, asegurando la viabilidad de todas las vesículas.
El análisis de sangre tiene como objetivo chequear valores hemáticos maternos, representantes de la nueva fisiología de preñez. Si alguno de los valores no fuera el deseado, se corregirá y adaptará a su estado fisiológico. Como el primer análisis se realiza alrededor del día 40 de gestación, existe el tiempo suficiente para las correcciones necesarias. En el caso de “Hannah”, su primer análisis de sangre mostró valores dentro de la normalidad esperada.
…Llegó el día 50 de gestación, a partir del servicio más probable, y llegó el momento de una nueva ecografía. En ella nos hemos fijado especialmente en parámetros indicadores de salud fetal, como FC, relación diámetro biparietal, diámetro abdominal, bolsillos amnióticos, espesor de la placenta y movimientos. Todos ellos relacionados con la madurez necesaria para la edad de los fetos. En el caso de Hannita todos los valores obtenidos dieron en forma normal.
Nos fuimos acercando al día 55 y comenzamos a hacer controles diarios. Estos son muy importantes, ya que a partir de ellos podemos hacer un diagnóstico del día en que se producirá el parto, de acuerdo al perfil hormonal. Determinando, por un lado, el perfil hormonal de la mamá, y constatando, a través de un doppler fetal, la salud de los cachorros. Difícilmente puedan ocurrir problemas sin ser diagnosticados.
Llegamos al día 60, y las hormonas de Hanna nos indicaban que el parto era inminente. El doppler fetal mostraba cachorros que se iban preparando para el gran acontecimiento. Pero si por alguna razón el nacimiento no se produjera, los cachorros comenzarían a deteriorarse ya que dejarían de tener la alimentación y el O2 necesario. Es en estas circunstancias y como consecuencia de lo dicho anteriormente, que los fetos dejan de crecer esperando el parto.
Un problema se sucitó porque Hannita, si bien presentaba todos los signos clínicos de parto, no producía la dilatación del cuello del útero necesaria para que las contracciones fueran efectivas. Después de darle el tiempo necesario, chequeando en forma permanente a los cachorros, se decidió efectuar una operación cesárea. En este punto los que mandan son los fetos, y ellos nos decían que ya no había más tiempo que esperar. Que necesitaban nacer.
Hannah, entonces, fue sometida a una cesárea. Se le hizo una sedación y anestesia epidural, y luego de sacar a los cachorros una anestesia general profunda. Tuvo 8 cachorros hermosos y fuertes, todos machos, muy parejos y con mucha vitalidad. Todos estamos muy orgullosos de ellos y de los cuidados que recibieron ellos y la mamá, por parte de todo el equipo de trabajo, y de Gabriela.
DR. Marcelo Zone. Médico Veterinario, especialista en Neonatología, Pediatría y Obstetricia Veterinaria.
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