- 09 Abr 2013, 09:22
#8623629
Este domingo hicimos un rastrillo benéfico para ver si conseguimos pagarle al vete los casi 5.000 euros que le debemos, y la verdad es que la cosa fue muy bien, el día estupendo, mucha gente, muchos amigos que fueron a vernos y casi 500 eurillos para la hucha del vete, jejeje, y allí siempre se viene conmigo Cora, que se lo pasa en grande.
A lo largo de toda la mañana, Cora se dedica a jugar con su pelota de goma (de las que pitan), se la enseña a la gente para que se lancen.. no se separa de mí ni un instante (es como mi sombra, donde voy, va ella, aunque sea andar un par de metros) pero se entretiene jugando con la gente y recibiendo saludos de todo el mundo.
Pues a lo largo de la mañana, anécdotas de todo tipo con ella, la más bonita es que se convirtió en la compañera de juegos de dos niños pequeñitos (a los que no conocía de nada) y se pasaron media mañana jugando, los niños le decían "Dame la pelota" y ella echaba a correr divertida como diciendo "Sí, vais listos, cogedme si podéis".. y cuando los niños la trincaban, intentaban que soltara la pelota y nada, alli los dos encaramados, literalemente encima, forcejeando los tres y yo no sé quien se reía más, si los críos o la chata. De hecho, cuando se aburrían, ella se acercaba a ellos con la pelota en la boca para invitarlos a seguir jugando. Se puede pasar las horas así, jugando con cualquiera, sobre todos sin son niños y no la verás dar, aunque sea jugando, ni un manotazo, ni un empujón, ni un mordisco, ni un gruñido.. es extremadamente cuidadosa con ellos,cuando conmigo es una borrica.
Como anécdota graciosa, pues resulta que nosotros aprovechamos el poyete del paseo marítimo para poner los libros y Cora nunca tira ninguno, tiene mucho cuidado. Muchos perros de viandantes se suben y los tiran, pero ella nunca. Pero claro, una chica, sin pensarlo, le echó la pelota al otro lado, a la arena, sobre los libros , y claro, ella se porta bien pero ante ese estìmulo, saltó a la arena tirando un par de libros, cogió su pelota y se disponía a volver a saltar y le digo algo así como "Si tú vuelves a saltar y tirarme los libros, te estrello" y ella, mirándome sonriente, ni corta ni perezosa, echa a correr a toda prisa por la arena para rodear todo el muro y volver hasta mí pero evitando saltar y volver a tirar los libros. Quienes estaban allí en ese momento no pudieron evitar reir al ver como ella podía haber entendido perfectamente y con toda facilidad una frase de ese tipo, tan alejada de órdenes, nombres propios, estímulos, comandos...
Y la anécdota idiota del día es que cuando estábamos allí teníamos dos perrillas mas que nos acompañaban esa mañana y como ellas no están familiarizadas con aquella zona, estaban atadas para evitar que se perdieran. Estaban atadas a la pata de un banco que había justo junto a nuestras mesas montadas. Total, que llegan dos ancianas y me dicen que "los bancos son para sentarse. no para atar perros y que hay gente que le dan miedo los perros" y yo, sorprendida las miro y les digo, "pues sí, señora, los bancos son para sentarse y debe tener varias decenas de bancos libres en los que sentarse, concretamente, tienes ustedes aquí mismo (junto al banco donde estaban las perras), tres bancos más en los que sentarse y, a lo largo del paseo marítimo deben tener otros 40 o 50 más". Y me dice la mas respondona otra vez "los bancos son para sentarse, no para atar perros y hay gente a la que le dan miedo" y todo esto lo decía mientras se sentaban, con sus huevos, las dos en el banco donde estaban las perras que tanto miedo les daban ¿¿¿¿???? y le digo "pues no se preocupen ustedes por las perras que ni se han comido a nadie, ni les van a molestar, ni les van a morder ni, tampoco, a robar el bolso" y total, que al final, cambié las perras de lado porque esas señoras querían sentarse precisamente en ese banco, en ningún otro de todo el paseo marítimo y le daban mucho miedo las perras.. Las muy hijas de su puñetera madre estuvieron allí sentadas unos 15 minutos, a lo sumo 20, y se fueron.. Es que la gente es realmente idiota y ya no sabe discriminar entre sus derechos y su profunda estupidez y claro, así nos luce el pelo, grrrrr.
Conclusión, que mi perra tenga mucho más sentido común, mayor comprensión verbal, más paciencia, mejor carácter y más educación que dos personas adultas dice mucho de la sociedad en la que vivimos y explica porqué el mundo va como va, vamos, como el culo.
Saludos
Cuantas veces hablamos aquí de la falta de tolerancia y respeto hacia los animales, de la falta de empatía, de su bondad natural y nuestra malicia, tambien natural, jejeje.. y este domingo, entre otras cosas, me dedicaba a pensar en todas esas cosas..
Este domingo hicimos un rastrillo benéfico para ver si conseguimos pagarle al vete los casi 5.000 euros que le debemos, y la verdad es que la cosa fue muy bien, el día estupendo, mucha gente, muchos amigos que fueron a vernos y casi 500 eurillos para la hucha del vete, jejeje, y allí siempre se viene conmigo Cora, que se lo pasa en grande.
A lo largo de toda la mañana, Cora se dedica a jugar con su pelota de goma (de las que pitan), se la enseña a la gente para que se lancen.. no se separa de mí ni un instante (es como mi sombra, donde voy, va ella, aunque sea andar un par de metros) pero se entretiene jugando con la gente y recibiendo saludos de todo el mundo.
Pues a lo largo de la mañana, anécdotas de todo tipo con ella, la más bonita es que se convirtió en la compañera de juegos de dos niños pequeñitos (a los que no conocía de nada) y se pasaron media mañana jugando, los niños le decían "Dame la pelota" y ella echaba a correr divertida como diciendo "Sí, vais listos, cogedme si podéis".. y cuando los niños la trincaban, intentaban que soltara la pelota y nada, alli los dos encaramados, literalemente encima, forcejeando los tres y yo no sé quien se reía más, si los críos o la chata. De hecho, cuando se aburrían, ella se acercaba a ellos con la pelota en la boca para invitarlos a seguir jugando. Se puede pasar las horas así, jugando con cualquiera, sobre todos sin son niños y no la verás dar, aunque sea jugando, ni un manotazo, ni un empujón, ni un mordisco, ni un gruñido.. es extremadamente cuidadosa con ellos,cuando conmigo es una borrica.
Como anécdota graciosa, pues resulta que nosotros aprovechamos el poyete del paseo marítimo para poner los libros y Cora nunca tira ninguno, tiene mucho cuidado. Muchos perros de viandantes se suben y los tiran, pero ella nunca. Pero claro, una chica, sin pensarlo, le echó la pelota al otro lado, a la arena, sobre los libros , y claro, ella se porta bien pero ante ese estìmulo, saltó a la arena tirando un par de libros, cogió su pelota y se disponía a volver a saltar y le digo algo así como "Si tú vuelves a saltar y tirarme los libros, te estrello" y ella, mirándome sonriente, ni corta ni perezosa, echa a correr a toda prisa por la arena para rodear todo el muro y volver hasta mí pero evitando saltar y volver a tirar los libros. Quienes estaban allí en ese momento no pudieron evitar reir al ver como ella podía haber entendido perfectamente y con toda facilidad una frase de ese tipo, tan alejada de órdenes, nombres propios, estímulos, comandos...
Y la anécdota idiota del día es que cuando estábamos allí teníamos dos perrillas mas que nos acompañaban esa mañana y como ellas no están familiarizadas con aquella zona, estaban atadas para evitar que se perdieran. Estaban atadas a la pata de un banco que había justo junto a nuestras mesas montadas. Total, que llegan dos ancianas y me dicen que "los bancos son para sentarse. no para atar perros y que hay gente que le dan miedo los perros" y yo, sorprendida las miro y les digo, "pues sí, señora, los bancos son para sentarse y debe tener varias decenas de bancos libres en los que sentarse, concretamente, tienes ustedes aquí mismo (junto al banco donde estaban las perras), tres bancos más en los que sentarse y, a lo largo del paseo marítimo deben tener otros 40 o 50 más". Y me dice la mas respondona otra vez "los bancos son para sentarse, no para atar perros y hay gente a la que le dan miedo" y todo esto lo decía mientras se sentaban, con sus huevos, las dos en el banco donde estaban las perras que tanto miedo les daban ¿¿¿¿???? y le digo "pues no se preocupen ustedes por las perras que ni se han comido a nadie, ni les van a molestar, ni les van a morder ni, tampoco, a robar el bolso" y total, que al final, cambié las perras de lado porque esas señoras querían sentarse precisamente en ese banco, en ningún otro de todo el paseo marítimo y le daban mucho miedo las perras.. Las muy hijas de su puñetera madre estuvieron allí sentadas unos 15 minutos, a lo sumo 20, y se fueron.. Es que la gente es realmente idiota y ya no sabe discriminar entre sus derechos y su profunda estupidez y claro, así nos luce el pelo, grrrrr.
Conclusión, que mi perra tenga mucho más sentido común, mayor comprensión verbal, más paciencia, mejor carácter y más educación que dos personas adultas dice mucho de la sociedad en la que vivimos y explica porqué el mundo va como va, vamos, como el culo.
Saludos