Jejeje, me suena, de hecho, una amiga que ha tenido, durante años, decenas y decenas de perros de acogida, de todos los tipos, edades, mestizajes, razas, mezclados con sus perros, con sus gatos, muchos sin educar, otros sin socializar, etc.. y pese a todo, su peor recuerdo, con diferencia, fue la acogida de tres cachorros de galgo.
Decía que nunca había pasado algo igual, que no paraban de comer, de cagar, de mear, de romper cosas, de llorar por todo, se corretear por la casa, de trepar por todos lados, de inventar porque encima eran tres, así que lo que no se le ocurría a uno, se le ocurría a los otros, y era un no parar. De madrugada, les daba hambre (tenían ya 2.5-3 meses, es decir, que no eran bebés) y empezaban a chillar como locos, intentaba ignorarlos y al final se tenía que levantar para que se callaran.Chillaban literalmente todo el tiempo, si estaban contentos, si estaban tristes, si estaban excitados, si estaban aburridos, si tenían hambre...
Nunca la he visto ni tan cansada ni con tantas ganas de perder de vista un perro, jejeje. Y que conste que esos tres perros fueron felizmente adoptados y sus dueños están encantadísimos con ellos, eso sí, han seguido haciendo de las suyas, por supuesto, pero es que tres petardos de esos eran demasiado para cualquiera.
También recuerdo otras acogidas de cachorritos de galgo por otras compañeras y conocidos y todos coincidian en que aquel cachorro de mirada tan tierna y dulce que invitaba a abrazarlo todo el tiempo era, en realidad, insoportable y que no daba tregua en la casa para un descanso :-P
Saludos