- 29 Sep 2012, 23:00
#8621252
Eso pensé hoy. Cuando ya había pasado todo, claro. Me cagué en sus muertos, en su madre, en su padre, en tó lo cagable y en algo más.
Los saco al paseo de la noche. Una luna preciosa, el paseo pa nosotros solos.... Los suelto, el flinocho que se va a las tuyas que rodean la laguna que hay en el paseo. Lo hace muchas veces, se rasca contra ellas. Como no había nadie me distraigo un poco enseñándole el sienta a la canija. Lo llamo. No aparece. Nunca se aleja mucho. Espero. Sigue sin aparecer. Lo vuelvo a llamar. Lo llamo de nuevo. Nada. Ya me mosqueo. Dónde estará. Lo llamo más fuerte. Que nones. Me pongo a buscarlo. Ni por un lado ni por otro. Se me enciende la antorcha en el celebro, miro por encima de las tuyas, y casi me da un algo. Está en la laguna. Dentro. Y no puede salir porque las paredes son de piedra, demasiado inclinadas y llenas de verdín que resbala. Siempre me ha parecido una puñetera trampa esa laguna. La rampa más cercana, a unos ciento y pico metros. Menos en línea recta. Pero no es posible ir en línea recta. Hay que ir bordeando toooda la puta laguna. Y si se cansa?. Qué coño hago?. Con bache allí, si me tiro, ella se tira. Y nos quedamos atrapados los tres. Pues qué gracia. Hace años me hizo la misma jugarreta y casi no llega. Y esta vez es más viejo, y está lesionado. Yo animándolo todo el rato. Venga chico, venga, que tú puedes!. Vamos!. Llevaba el motivo por el cual se ha tirado a la laguna en la boca, una pelota hinchable, transparente. Eso ha jugado en su favor, le ha mantenido la cabeza fuera del agua. Después no he perdido la calma, y bache y yo lo hemos acompañado todo el rato, y cuando veía que parecía cansarse, lo mandaba acercarse al borde. No podía subir pero si mantenerse medio fuera del agua sin tener que nadar. Eso ha sido otro tanto a nuestro favor, su obediencia. Y que ha nadado mucho antes, de joven, y sabe nadar sin cansarse demasiado. Y no pierde la calma, mi flinocho. Cuando hemos llegado a la rampa no sabía si estrangularlo o abrazarlo.
Bea y flint
.....lo ahogo yo.
Eso pensé hoy. Cuando ya había pasado todo, claro. Me cagué en sus muertos, en su madre, en su padre, en tó lo cagable y en algo más.
Los saco al paseo de la noche. Una luna preciosa, el paseo pa nosotros solos.... Los suelto, el flinocho que se va a las tuyas que rodean la laguna que hay en el paseo. Lo hace muchas veces, se rasca contra ellas. Como no había nadie me distraigo un poco enseñándole el sienta a la canija. Lo llamo. No aparece. Nunca se aleja mucho. Espero. Sigue sin aparecer. Lo vuelvo a llamar. Lo llamo de nuevo. Nada. Ya me mosqueo. Dónde estará. Lo llamo más fuerte. Que nones. Me pongo a buscarlo. Ni por un lado ni por otro. Se me enciende la antorcha en el celebro, miro por encima de las tuyas, y casi me da un algo. Está en la laguna. Dentro. Y no puede salir porque las paredes son de piedra, demasiado inclinadas y llenas de verdín que resbala. Siempre me ha parecido una puñetera trampa esa laguna. La rampa más cercana, a unos ciento y pico metros. Menos en línea recta. Pero no es posible ir en línea recta. Hay que ir bordeando toooda la puta laguna. Y si se cansa?. Qué coño hago?. Con bache allí, si me tiro, ella se tira. Y nos quedamos atrapados los tres. Pues qué gracia. Hace años me hizo la misma jugarreta y casi no llega. Y esta vez es más viejo, y está lesionado. Yo animándolo todo el rato. Venga chico, venga, que tú puedes!. Vamos!. Llevaba el motivo por el cual se ha tirado a la laguna en la boca, una pelota hinchable, transparente. Eso ha jugado en su favor, le ha mantenido la cabeza fuera del agua. Después no he perdido la calma, y bache y yo lo hemos acompañado todo el rato, y cuando veía que parecía cansarse, lo mandaba acercarse al borde. No podía subir pero si mantenerse medio fuera del agua sin tener que nadar. Eso ha sido otro tanto a nuestro favor, su obediencia. Y que ha nadado mucho antes, de joven, y sabe nadar sin cansarse demasiado. Y no pierde la calma, mi flinocho. Cuando hemos llegado a la rampa no sabía si estrangularlo o abrazarlo.
Bea y flint