- 14 Mar 2012, 13:10
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Tula es una bichón de pura raza y una perrita encantadora de 8 años y 3,5 kilos. Lo que para unos significa cariño, atenciones y el amor de una familia, para ella significó un infierno. Su raza la dejó en manos de un criador sin escrúpulos que la mantuvo, desde que estuvo en disposición de criar, encerrada en una jaula para ir teniendo cachorritos contínuamente. No tenía ni derecho a paseos o a los más nínimos cuidados. Nos llegó desnutrida, sin dientes, sin pelo y con las cuerda vocales cortadas para que no ladrara. Por si fuera poco, resultó también positiva en leishmania y, seguramente, por ello la abandonaron, porque ya no servía para la cría. Lleva unos meses en una casa de acogida donde se ha recuperado ya casi totalmente (aunque su leishmania requiere un control permanente). Todos sus problemas deberían ser un estímulo para quien le pueda ofrecer un hogar, el que tanto se ha ganado durante 8 años. Ella lo necesita más que nadie, eso y el contacto con personas que la quieran y, si puede ser, con otros perros que la ayuden a reintegrarse a su mundo y a una vida normal, como la de cualquier otro perro.
Es una monada.
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