- 03 Feb 2011, 11:40
#8590834
Antes de nada disculparme con vosotros por desaparecer. Han sido tiempos difíciles y simplemente he dejado muchas cosas de lado por falta de tiempo y ánimo.
Gracias, gracias por recordarnos y por estar, una vez más, cerca.
Siempre he pensado que, más doloroso que la muerte es el olvido y creo que el recuerdo y la memoria hacen que el ser querido, viva, de alguna manera. Así que muchas gracias por recordar a Pancha porque, de alguna manera, la conocísteis.
Quiero disculparme también, hoy son muchas cosas y mezcladas las que voy a decir, por las veces que opiné sobre la eutanasia. Nunca fue con mala idea. Siempre he tenido muy clara la posición en este tema, pero entonces hablaba sin saber. Por mucho que había pensado en lo mayor que era Pancha, que cada día se la veía más cansada... pero nunca pude, ni de lejos, acercarme a lo que sería esto.
El pasado fin de semana, para todos los que la vieron, ya era evidente; yo, con ingenua estupidez pensé que con calorcito, mimos y comida rica pasaríamos este bache como tantos otros... Pero ya no fue posible y yo sigo dudando si podría haberlo hecho de otra manera, si me habré equivocado y ya no hay marcha atrás, si habrá sido feliz, si se sintió querida, si en realidad no sintió dolor y sí alivio, si me sintió a su lado...
He pasado de llorar constantemante echándola en falta a cada momento a pensar que esto no ha pasado, que es un mal sueño. Entonces llego a casa y el llanto es más amargo.
Se que acabará pasando y que tengo que volcarme en los otros dos locos: en Patán que la echa en falta y la busca constantemente y que creo que nota mi tristeza porque es más obediente y más pegajoso que nunca. En Zoe que sólo piensa en jugar y en estar cerquita de nuestras piernas. Pero es tan complicado...
Pancha llegó a casa cuando no llevábamos ni un mes en Palencia. Es como si nos hubiese estado esperando para hacernos el cambio de ciudad y de casa más sencillo... No queríamos perros, de momento, estaba todo en el aire y había que ver por dónde salía la vida... pero con sus encantos fue inevitable renunciar a tenerla y al final... mirad... tres.
Bueno, espero que la situación se vaya normalizando poco a poco y ponerme al día y volver a leeros y...
No sé si leerá esto aquella chica que hablaba de eutanasiar a su perro, total, ya es mayor, no sabemos que hacer con sus manías... Creo que no tiene ni idea de lo que es decidir acabar con la vida de su compañero y que por eso habla tan a la ligera porque si no, no me lo explico...
Un abrazo a todos y muchas gracias.
Antes de nada disculparme con vosotros por desaparecer. Han sido tiempos difíciles y simplemente he dejado muchas cosas de lado por falta de tiempo y ánimo.
Gracias, gracias por recordarnos y por estar, una vez más, cerca.
Siempre he pensado que, más doloroso que la muerte es el olvido y creo que el recuerdo y la memoria hacen que el ser querido, viva, de alguna manera. Así que muchas gracias por recordar a Pancha porque, de alguna manera, la conocísteis.
Quiero disculparme también, hoy son muchas cosas y mezcladas las que voy a decir, por las veces que opiné sobre la eutanasia. Nunca fue con mala idea. Siempre he tenido muy clara la posición en este tema, pero entonces hablaba sin saber. Por mucho que había pensado en lo mayor que era Pancha, que cada día se la veía más cansada... pero nunca pude, ni de lejos, acercarme a lo que sería esto.
El pasado fin de semana, para todos los que la vieron, ya era evidente; yo, con ingenua estupidez pensé que con calorcito, mimos y comida rica pasaríamos este bache como tantos otros... Pero ya no fue posible y yo sigo dudando si podría haberlo hecho de otra manera, si me habré equivocado y ya no hay marcha atrás, si habrá sido feliz, si se sintió querida, si en realidad no sintió dolor y sí alivio, si me sintió a su lado...
He pasado de llorar constantemante echándola en falta a cada momento a pensar que esto no ha pasado, que es un mal sueño. Entonces llego a casa y el llanto es más amargo.
Se que acabará pasando y que tengo que volcarme en los otros dos locos: en Patán que la echa en falta y la busca constantemente y que creo que nota mi tristeza porque es más obediente y más pegajoso que nunca. En Zoe que sólo piensa en jugar y en estar cerquita de nuestras piernas. Pero es tan complicado...
Pancha llegó a casa cuando no llevábamos ni un mes en Palencia. Es como si nos hubiese estado esperando para hacernos el cambio de ciudad y de casa más sencillo... No queríamos perros, de momento, estaba todo en el aire y había que ver por dónde salía la vida... pero con sus encantos fue inevitable renunciar a tenerla y al final... mirad... tres.
Bueno, espero que la situación se vaya normalizando poco a poco y ponerme al día y volver a leeros y...
No sé si leerá esto aquella chica que hablaba de eutanasiar a su perro, total, ya es mayor, no sabemos que hacer con sus manías... Creo que no tiene ni idea de lo que es decidir acabar con la vida de su compañero y que por eso habla tan a la ligera porque si no, no me lo explico...
Un abrazo a todos y muchas gracias.