- 09 Nov 2009, 11:01
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Los perros son susceptibles de enfermar por infecciones alimentarias. Conviene tomar una serie de precauciones con ellos y sus comidas. Intentemos aprovechar las normas de higiene y sanitarias que practicamos con nosotros para beneficio de nuestros perros.
1.- RECIPIENTES:
Lavar cuidadosamente con agua hirviendo y a diario los recipientes donde vuestros perros comen y beben. Sobre todo si las temperaturas son altas.
2.- No dejar la comida seca más de dos horas sobre el bol. Extremar esta medida si la comida se ha humedecido o si está al sol.
3.- No dejar el saco nunca, pero menos aún una vez abierto, expuesto al sol. Buscar una zona lo más fresca posible para su almacenamiento y mantener la boca del saco bien cerrada. La oxidación se acelera con el aumento de la temperatura y la humedad. Si en la etiqueta figura el “sin aditivos” hay que extremar las precauciones ya que tendrá más tendencia a deteriorarse.
4.- Controlar la fecha de caducidad
5.- Desechar sacos manchados por fuera con grasa, ya que son susceptibles de infecciones por vermes.
6.- Tomar una muestra de comida, mejor del fondo, y ver si se desmenuza fácilmente entre los dedos o si ya contiene numerosas partículas pequeñas, lo que indicará baja calidad.
7.- Los mohos pueden detectarse tanto por el color de los granos, manchados de blanco, azul, verde o negro, como por el olor rancio.
8.- Apartar inmediatamente el alimento del consumo cuando se perciba alguna de las anteriores irregularidades o cualquier otra.
CONSEJOS DE SEGURIDAD DE LOS ALIMENTOS SECOS
Los perros son susceptibles de enfermar por infecciones alimentarias. Conviene tomar una serie de precauciones con ellos y sus comidas. Intentemos aprovechar las normas de higiene y sanitarias que practicamos con nosotros para beneficio de nuestros perros.
1.- RECIPIENTES:
Lavar cuidadosamente con agua hirviendo y a diario los recipientes donde vuestros perros comen y beben. Sobre todo si las temperaturas son altas.
2.- No dejar la comida seca más de dos horas sobre el bol. Extremar esta medida si la comida se ha humedecido o si está al sol.
3.- No dejar el saco nunca, pero menos aún una vez abierto, expuesto al sol. Buscar una zona lo más fresca posible para su almacenamiento y mantener la boca del saco bien cerrada. La oxidación se acelera con el aumento de la temperatura y la humedad. Si en la etiqueta figura el “sin aditivos” hay que extremar las precauciones ya que tendrá más tendencia a deteriorarse.
4.- Controlar la fecha de caducidad
5.- Desechar sacos manchados por fuera con grasa, ya que son susceptibles de infecciones por vermes.
6.- Tomar una muestra de comida, mejor del fondo, y ver si se desmenuza fácilmente entre los dedos o si ya contiene numerosas partículas pequeñas, lo que indicará baja calidad.
7.- Los mohos pueden detectarse tanto por el color de los granos, manchados de blanco, azul, verde o negro, como por el olor rancio.
8.- Apartar inmediatamente el alimento del consumo cuando se perciba alguna de las anteriores irregularidades o cualquier otra.