- 08 Sep 2007, 17:25
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Quizá uno de los grandes problemas de nuestra raza no sólo sea desconocimiento que existe de la misma, sino que más grave es y principalmente el mal conocimiento.
Es muy común escuchar hablar del Dogo Argentino a personas que jamás tuvieron un contacto directo con la raza y sólo lo conocen a través de fotos o comentarios.
A mi como a muchos otros propietarios de un Dogo, mil veces nos ha pasado de cruzamos con alguna persona y escuchar como esta le dice a su hijo/a "¡¡¡cuidado, no lo toques o no te acerques que es un Dogo!!!, o la lamentable frase del "perro asesino".
Uno después de unos años, se va acostumbrando a dichos comentarios y en lugar de mirar con bronca a dicha persona, hace de cuenta que no oyó nada y trata de demostrarle a la gente que eso no es cierto. Así suele suceder que muchas de las personas que afirmaban dichas falsedades, al tiempo de conocerlos o de verlos pasear por el barrio, van cambiando de opinión y diciendo que al menos el Dogo que tiene su vecino es cariñoso y de buen carácter.
La realidad de nuestra raza, es que el Dogo Argentino es un perro de carácter equilibrado, compañero y muy dócil con los niños.
La principal función para la que fue creado el Dogo Argentino, es para la caza mayor y en especial para la caza de montería. Una de las características de este tipo de caza, es que se lo hace con los perros y a cuchillo, por lo que existe una gran confianza entre el cazador y sus perros. A su vez se lo hace en jaurías, integradas generalmente por cuatro Dogos, por lo que deben tener un carácter equilibrado tanto entre sí como con el cazador.
Funcionalidad de la raza
El Dogo Argentino es indiscutiblemente la mejor raza canina para la caza mayor. Tal es así que en numerosos países donde existen razas que cumplen dicha función, igualmente se ha impuesto el Dogo Argentino como el de mayor valor y tenacidad.
Por los cambios en las costumbres de nuestro país, nuestra raza se ha ido adaptando a otro tipo de funciones, como es la guardia, la compañía y ha pasado notablemente las exigentes pruebas realizadas por la policía y las fuerzas de seguridad, como perro para dichas funciones. Como la gran mayoría de los perros, el Dogo Argentino, es territorial, por lo que defenderá su territorio de todo intruso que quiera ingresar o apoderarse del mismo. Si bien no es un perro específicamente de guardia, cumple dicha función asombrosamente.
Con la familia es un perro sumamente cariñoso, principalmente con los niños, con los cuales es sumamente paciente con los juegos bruscos.
Si bien han existido casos de ataques de Dogos a personas, estos han sido episodios lamentables y esporádicos. Realmente los casos de mordidas de Dogos Argentinos, según las estadísticas del Hospital Pasteur, han sido muy pocas en comparación con razas más populares y de las cuales se tiene un concepto como de perros de buen carácter.
Nunca podemos acusar a una raza e inclusive a un perro de ser el culpable de agresividad. Si existe un culpable es su propietario, pero principalmente su criador. Todos aquellos que estamos vinculados a la cría de alguna raza, debemos de ser consientes de que los padres no solo transmiten a sus cachorros su virtudes o defectos físicos, sino que además transmiten su carácter. Cuando uno realiza una cría debe de tener en cuenta el carácter de los padres.
Los propietarios de un perro a su vez tienen la responsabilidad en la educación del mismo y en su socialización. El dicho "no hay prenda que no se parezca a su dueño" en el caso de un perro es muy apropiada. Según como sea criado el mismo, será el carácter que tendrá de adulto Si sus dueños lo crían agresivo, ese será su carácter de adulto, si se lo cría cariñoso, otro será el resultado.
Al mismo tiempo el propietario de un perro y en particular de un Dogo Argentino debe de criar al mismo con cariño, con paciencia y con firmeza. Los dos primeros puntos son claros. El tercer punto, la firmeza, debe ser algo a tener en cuenta por todo propietario de un Dogo y de cualquier otra raza de gran tamaño. La firmeza no significa pegarle fuerte al perro cuando hace lo que no queremos. La firmeza, significa no permitirle a nuestro cachorro que haga lo que él quiera, sino que nos obedezca cuando le damos una orden y a su vez, valga la redundancia, ser firmes en dicha decisión. Si no queremos que se suba a la cama o a un sillón, no se lo debemos permitir nunca, ni de cachorro, ni de noche, ni cuando queremos mimarlo. De esta manera nuestro perro, va a saber cuales son las reglas de convivencia y quién es el que manda dentro de nuestra casa. Nunca debemos de permitirle que el sienta que es quien manda.
Siguiendo estos breves consejos, Ud. podrá ser uno de los afortunados propietarios de un Dogo Argentino y disfrutará de las alegrías que diariamente nos da esta maravillosa raza.
La prensa tiene la obligación de mostrar la realidad, al menos por definición. Sin embargo, no siempre el hecho objetivamente demostrable es la realidad.
El perro, durante un histórico juicio realizado en Estados Unidos, fue caracterizado por un abogado como "el mejor amigo del hombre" y desde entonces esta descripción se universalizó. Quizás sea por eso que cuando un perro ataca a un ser humano la noticia, cobra una dimensión desmesurada y se entiende que sea así, porque ¿quién puede admitir ser atacado por su mejor amigo?
Estos episodios se magnifican aún más cuando la bestia atacante es un dogo argentino, a la sazón, la única raza criolla. Entonces la pregunta, que uno debe formularse es la siguiente: ¿cuál es toda la verdad?
El doctor Víctor Valiño, Médico Veterinario con consultorio en San Isidro, autor de varios libros sobre el dogo, criador de la raza y juez de la Federación Cinológica Argentina de perros aptos pan caza mayor, es un referente para aclarar el punto en cuestión.
"Cada vez que los diarios o la televisión reflejan dolorosos episodios que involucran a nuestro perro nacional, quienes los criamos sentimos dolor; porque en general no se informa de igual manera sobre hechos de la misma naturaleza protagonizados por otras razas", dijo Valiño.
"Con esto no quiero relativizar los ataques contra personas en los que se vieron envueltos dogos, pero estoy convencido de que se informa sobre el efecto sin averiguar las causas. En el ambiente de la cría de perros se emplea el siguiente lema: Hay un perro para cada amo. Esto quiere decir que para tener una relación armónica con cualquier cánido es necesario tener más carácter que él.
"Pero esto no es lo único que hay que tener en cuenta. Si bien los criadores orientan a los compradores, no son adivinos y mucha gente deposita en el perro todas sus fallas de carácter. En consecuencia, compran un dogo o cualquier raza de guardia para convertirla en un arma que luego no sabrán utilizar", agregó.
"Sin ir más lejos, hace uno días en Cañuelas y en Mendoza, varios perros atacaron a una nena y a una mujer. Entonces, la pregunta que es necesario hacerse es de quién es la culpa. ¿De los perros que son irracionales, o de los dueños que, aún sabiendo que son bravos, los dejan sueltos a la buena de Dios?
"Es inadmisible que no se tomen las precauciones para que esos animales no ataquen a quien no deben. En consecuencia, es necesario que el perímetro en el que ejercen su territorialidad sea invulnerable de adentro hacia fuera y viceversa".
"Por último, insisto, hay un perro para cada dueño, y lo importante en estos casos es meditar acerca de lo que se va a llevar a la casa".