Es una enfermedad que padecen casi todos los mamíferos, y se observa preferentemente en perros finos de raza pura, principalmente Malamutes de Alaska, aunque se reportan también en otras razas.
El descubridor de esta anomalía fue Louis Xavier Edouard Leopold Ollier (1830-1900) y en el hombre se reporta como una forma típica de Dwarfismo (Estatura pequeña = Enano). Esta alteración se hereda de un gen problema que no esta ligado a un cromosoma sexual y que es dominado por un gen normal, lo que indica que puede producir enanismo tanto en machos como en hembras.
Con una frecuencia de 1 entre 15.000-40.000 nacimientos, es una de las alteraciones hereditarias más comunes. Aunque la severidad de las complicaciones médicas asociadas con la acondroplasia (Enanismo) es variable, las características físicas son remarcablemente consistentes.
Se ha sugerido que es frecuente debido a la reproducción de perros mayores de 6 años (maduros) causado por mutaciones en la formación de los espermatozoides masculinos y/ó los óvulos femeninos.
En esta enfermedad los huesos del cuerpo no se desarrollan correctamente y los ejemplares se atrofian y presentan las extremidades deformadas. Si bien esta enfermedad se ha diagnosticado raramente en Europa, la importación cada vez mayor de perros provenientes de América, hace necesario extremar las precauciones. El AMCA (Club de Malamutes de Alaska de America) emite unos certificados (también puede hacerlo con perros extranjeros, a través del estudio del pedigree), en los que indica la posibilidad de que un determinado ejemplar sea portador. Un ejemplar con una posibilidad mayor del 6,25 % se considera no apto para la cría.
Esta enfermedad se relaciona en el Malamute con una forma particular de anemia, con disminución del número de glóbulos rojos, que aparecen de volumen aumentado y con vida más breve. Ello hace suponer que es posible reconocer a los portadores sanos mediante exámenes hematológicos.
Dada la gravedad de la enfermedad, se están realizando grandes esfuerzos en Estados Unidos para circunscribirla y eliminarla. Cabe esperar que en un futuro inmediato dichos esfuerzos se efectúen también en España, a ser posible a través de una vinculación directa con el comité norteamericano.
Es una enfermedad hereditaria no ligada a cromosomas sexuales, por lo que tanto el macho como la hembra deben ser portadores del gen (aunque no manifiesten alteración alguna), para producir un cachorro condrodisplásico. En Europa rara vez ha sido diagnosticada.
En Estados Unidos, el Club del Alaskan Malamute de América, inició en la década del ’70 un programa para erradicar la enfermedad. Algunos perros fueron sometidos a cruces prueba con (Enanos). Si eran portadores del gen, la mitad de los cachorros resultantes del cruce estarían afectados. Si no eran portadores, todos los cachorros serían sanos (aunque a su vez serían portadores).
Si se sospecha que un perro puede ser condrodisplásico, puede diagnosticarse por radiografía y análisis de sangre.
En éste artículo se adjuntan imágenes de un paciente de nuestro hospital veterinario en Guadalajara, Jalisco, México, donde nos presentaron una cachorra raza Pastor Alemán de 11 meses de edad y que responde al nombre de “Bonsai”. Se le puede observar en compañía de sus hermanos de camada y la diferencia de talla y peso es notable.
La perrita presentaba algunos signos frecuentes en este padecimiento como es arcada dentaria reducida, lo que produce dos hileras de incisivos en el maxilar, a los rayos X la mineralización y madurez esquelética es igual a la de un cachorro de 7 semanas. Su fontanela se mantenía abierta.
Se hicieron los estudios hormonales pertinentes y de ADN, además de los rutinarios de laboratorio para confirmar este padecimiento.
Algunos genetistas opina que para heredar este problema se requiere que ambos padres sean portadores del gen, situación que explica su baja frecuencia.
Estos animales tienen una vida muy breve, y casi siempre no llegan a ser adultos maduros. No deben reproducirse y debe evitarse lo mismo con los padres.